En el encuadre extratextual de la profesión literaria, el intelecto de la autora es un sistema de lentes tan sofisticado como espontáneo. De un modo automático, la escritora delante de la acción, activa una óptica omnisciente y catárquica a la vez:
Percibo la realidad con delay y posibilidad de edición. Desde la atalaya, en plano panorámico, insiero el foco hasta vuestras retinas y me vuelvo a distanciar, reprogramándome en múltiples perspectivas.
Cual jugadora ante geográfico tablero, estudio las estrategias que os mueven y os manipulo. Transmuto vuestra existencia con ilusos recursos retóricos.
Brindo con el océano que nos separa
por la isla
donde escribo vuestro existir.
Os observo y bebo,
luego soy
-todas y cada una de vosotras-.
Rosalía Fernández Rial
Llegada a puerto:
Compostela, fin del verano 2016.