Blogue de rosalia

Blaise et Sonia

Me gusta abrir los libros por la mitad, coger transportes en marcha, empezar las conversaciones in media res. Prefiero las botellas sin llenar, las películas empezadas y los acordes centrales de la partitura. Siempre me fascinaron las carreras de relevos, las coreografías encadenadas y los eslabones que sostienen las caderas de los carruseles.

-Se-les... Écoute-moi... Sé

Blaise et Sonia

Gústame abrir os libros pola metade, coller transportes en marcha, comezar as conversas in media res. Prefiro as botellas sen encher, as películas empezadas e os acordes centrais da partitura. Sempre me fascinaron as carreiras de relevos, as coreografías encadeadas e os elos que sosteñen as cadeiras dos carruseis.

-Seis...-Écoute-moi-...Sei...

Lusaka

De niñas, podíamos ver la Estatua de la Libertad desde la “Punta da Barca”. Especialmente en los días despejados: mira, allí está el brazo, muy pequeño... ¡Ah sí!...

Para nuestra ilusión infantil, el Atlántico era un charco más en el que jugar y al que poder vaciarle el agua batiendo fuerte los pies.

Lusaka

De nenas, podiamos ver a Estatua da Liberdade desde a Punta da Barca. Especialmente nos días despexados: mira, alí está o braso, pequeniño de todo... Ai si!...

Para a nosa ilusión infantil, o Atlántico era unha poza máis na que xogar e á que poder baleirarlle a auga batendo forte os pés.

Génesis

Cuando el paraíso perdió la condición eterna, artificial, mudamos el espacio de la fe por el del pensamiento; las edificaciones quiméricas por principios físicos; los estupefacientes por identidad. En cuanto derribamos el conformismo, encontramos la presente forma de existir y recobramos el valor de las variables empíricas. En cada momento desactivamos un barrote de la jaula que nos impusimos y, duda mediante, nos volvemos a reconstruir, una y otra vez.

Xénese

Cando o paraíso perdeu a condición eterna, artificial, mudamos o espazo da fe polo do pensamento; as edificacións quiméricas por principios físicos; os estupefacientes por identidade. En canto derruímos o conformismo, atopamos a presente forma de existir e recobramos o valor das variables empíricas. A cada intre desactivamos un barrote da gaiola que nos impuxemos e, dúbida mediante, volvémonos reconstruír, unha e outra vez.

Des-instrucción

Cada vez que la encuentres en la escalera, cambia de sentido y acelera escalones sin control, atragantándote con el afán de evitarla. En cuanto la pierdas de vista, vuelve a activar el refrigerador que garantiza la conservación de tu objetivo imperturbable. Ten por seguro que nada puede detener las decisiones tomadas, ingeridas, indigestas, inyectadas.

O sí?

A lo mejor, sentarse a pensar si subir o bajar no es tan mala opción.